La actualidad y cumplimiento de los acuerdos


  Cumplimiento de los acuerdos de paz se refiere a la aplicación (total, parcial o nula) de los compromisos adquiridos tras la firma de los Acuerdos de Paz. Estos acuerdos fueron suscritos por el Gobierno de la República de Guatemala y la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG), entre 1991 y 1996, y su aplicación es una tarea del Gobierno y de todos los sectores de la sociedad nacional.


Su aplicación quedaba en manos del gobierno y la voluntad de los sectores políticos, la aprobación de la sociedad nacional y la verificación de la comunidad internacional. Sin embargo, pese a la voluntad y compromiso del gobierno de llevar a la práctica los compromisos de los Acuerdos de Paz, sobre todo el “Acuerdo de Identidad y Derechos de los Pueblos Indígenas”, en el proceso político que devino con posterioridad de la firma de la paz no se evidenció esa voluntad política. El acuerdo indígena (AIDPI) es el que ha motivado más reacciones de rechazo tanto en la sociedad civil y política, como en las esferas de gobierno. Una evidencia de ello, fue la negativa de población guatemalteca a aprobar las propuestas de reformas la Constitución Política de la República de Guatemala en 1999.


Cumplimiento de 1996 a 2004

 

El proceso de aplicación de estos acuerdos ha experimentado diversas dificultades, al punto que a partir de su suscripción se han diluido dada la falta de voluntad política y oposición sistemática de algunos sectores muy poderosos.  La aplicación de los Acuerdos ha estado sujeta a altas y bajas, aceleramientos, avances y retrocesos, con una tendencia a diluirse gradualmente a medida que pasaba el tiempo.



Cumplimiento de los Acuerdos de Paz 2008.

 

La Secretaría de la Paz de la Presidencia de la República presenta el Informe sobre avances en el cumplimiento de los Acuerdos de Paz 2008, en el cual se hace una valoración del proceso a doce años de haberse suscrito, así mismo se exponen las diferentes acciones que desde el gobierno se han realizado y que permiten avanzar en el cumplimiento de cada uno de los Acuerdos, convencidos que el contenido de los mismos sigue vigente y se constituye en una agenda viable y posible.

Las resistencias y los obstáculos para el cumplimiento de los Acuerdos han sido evidentes, y la falta de una correlación de fuerzas favorable a los mismos ha postergado su realización. Sin embargo, y a pesar de esta situación, hoy nos encontramos en una coyuntura favorable para su retoma, relanzamiento y profundización. Se presentan las acciones promovidas en materia de política económica y fiscal y un balance del estado de la agenda legislativa de la paz.


 











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